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XIIII. TEMPLANZA

La situación crítica que originó el sacrificio del Colgado en La Muerte representa para el héroe, según Sallie Nichols (1989), una sensación de estar "hecho pedazos", porque al haber entregado las comodidades de su vieja personalidad con el propósito de trascender, este desmembramiento hizo que aspectos y costumbres pasados sean casi irreconocibles, lo que psicológicamente se entiende como "un proceso de transformación que divide un contenido de origen inconsciente para conseguir su asimilación consciente".

 Cuando el héroe decidió sacrificar su ego, fue consciente de que se enfrentaría al dolor, la soledad, el miedo y el vacío, pero por otra parte, también comprendió que necesitaría de ellos para disolver los nudos que lo ataban al desequilibrio. Con La Templanza se genera un proceso de recuperación ante lo sucedido en los últimos arcanos. Esta carta se ve representada tradicionalmente por un ángel sosteniendo dos jarras, de entre las cuales fluye agua, esto es una remisión al significado del signo acuario, que como ya se mencionó en La Justicia, permite la circulación de ideas, a la vez que purificación, renovación y disolución de lo rígido para la liberación, así como el equilibrio necesario de energías opuestas.

 El arquetipo de La Templanza se manifiesta en las ideas acerca de espíritus protectores que guían a los seres humanos en su vida, como el ángel de la guarda en la mitología cristiana; Carl G. Jung definió a estas criaturas espirituales como “la personificación de los transmisores de los contenidos del inconsciente cuando anuncian que quieren hablar”. La libido que conducía al Carro se transforma en La Templanza para sostener al héroe debilitado por la drástica experiencia con La Muerte; creándose un equilibrio cuando comprende finalmente que en la vida tendrá que pasar por experiencias agradables y desagradables, y que además, lo que se creía imposible de lograr en muchos casos, se vuelve viable gracias a la nueva fuerza adquirida en este período de transformación.

 

 La Templanza da inicio a un nuevo periodo de recuperación espiritual. A partir de esta carta, el héroe experimenta con los arcanos siguientes una serie de lapsos que irán clarificando paulatinamente su objetivo final en El Mundo, dará cuenta de lo que ha dejado atrás, sus recuerdos prehistóricos vendrán como un recordatorio de su propia esencia evolutiva, mientras descansa en el lecho de su propio espíritu guardián, pasará por un proceso de altibajos que finalmente lo despertarán a su nueva vida.

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