TAROT DEL PÁRAMO

La diferencia entre La Papisa y La Emperatriz de las barajas de tarot tradicionales, radica en su forma particular de manifestación; tomando como ejemplo la dualidad andina, la primera era una madre en gestación y su proceso se llevaba a cabo en secreto (en el Uku Pacha), representaba el misterio mismo de la vida. Por su parte, La Emperatriz es la madre que ya concibió el escenario perfecto, la Kay Pacha, para la materialización de la energía del arcano 0; es como si se hablase de las dos caras de la polaridad femenina que se complementan con su correspondiente masculina para hacer posible la vida en la realidad material.

 

La Pachamama es el ejemplo por excelencia del arquetipo de la Gran Madre al que se refiere la carta de La Emperatriz, esta, además de ser parte de una dualidad complementaria, manifiesta la suya propia, que se evidencia en su capacidad de dar vida y arrebatarla; en su aspecto luminoso existe como Kay Pacha, que es el espacio en el cual se desarrolla la realidad de los seres humanos ya encarnados.

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La nueva versión de este tarot presenta a La Emperatriz como otro escenario al igual que La Papisa, ambientes esenciales para la vida, y también para el establecimiento de la consciencia humana después de un largo proceso evolutivo, es decir, la realidad creada por la civilización, y que se manifestará en el siguiente arcano, Kay Pacha.